Cada vez es mayor el consumo de dulces en la infancia. De hecho, existen estudios que demuestran que la tendencia a consumir dulces a diario entre los niños cada vez es mayor al igual que lo es, el número de veces que han de acudir al dentista.
El consumo diario de dulces aumenta la probabilidad de necesitar algún tratamiento dental durante la niñez. En los últimos 20 años se ha incrementado un 50% el número de casos de dientes o muelas picadas en niños, pese a que también se hayan mejorados los hábitos de cuidados e higiene bucodental.
La ingesta de dulces y carbohidratos refinados son un factor predisponente de la caries dental, así como a los dolores de dientes o muelas, lo que hace que cada vez sea más necesario controlar la cantidad de dulces que comen los pequeños de la casa.
En general las clínicas dentales han visto descender la edad media de la primera vista de sus pacientes, por un lado, debido a la recomendación de los propios especialistas que aconsejan acudir al dentista al menos una vez al año durante la infancia con carácter preventivo, y por otro lado, debido a la cada vez mayor afluencia de niños con necesidad de realizarse algún tratamiento.